Nadie pensaría que el caso de un Santa Claus malvado era el regalo de Navidades perfecto, pero Molly Malone, la encargada de la administración de Investigaciones Hunt, no era como la mayoría de la gente. Además, a ella le iría muy bien poder distraerse de las fantasías que tenía desde que había pasado la noche con su amor secreto, Lucas Knight. En realidad, no había ocurrido nada, aunque Lucas no lo supiera, pero, por una vez, Molly quería disfrutar del hecho de ser un poco traviesa...
El whisky y los analgésicos para unas heridas de bala no eran una buena combinación. Lucas tenía que acordarse de eso la próxima vez que le dispararan en el trabajo, lo cual podía ocurrir más pronto que tarde si el hermano de Molly, Joe, se enteraba de lo suyo. Lucas no podía creer que no recordara nada de su apasionada aventura con Molly, que era la mujer más fuerte, inteligente y atractiva que había conocido. Lo suficientemente fuerte como para patearle el trasero si descubría que él era el encargado de protegerla durante su primera investigación. Y lo suficientemente atractiva como para derretir su corazón helado.